miércoles, 3 de marzo de 2010

Prohibido quejarse

Una semana sin quejarme. Éste es el objetivo que me he marcado. ¿Por qué? Por curiosidad. Puede que no quejarme me haga más feliz, puede que aguantarme las ganas de recriminar algo me provoquen una úlcera, o puede que no pase nada. 
También es posible que mañana me esté quejando de no poder quejarme.